martes, 9 de febrero de 2010

Sin título

Y luego sólo hay tiempo,
quizás el clima en la televisión.

Pensaba durante
el tonto placebo
de la vida solo,
el tiempo sin límite
y el reloj sin madre.

[Al toque,
cinco minutos de brillo catódico imbécil
y algo para limpiar]

Un quilombo inenarrable sobre la mesa
y un puñado de moscas muertas
esparcido en el piso.

Desvanecido todo pensamiento de cielo,
sólo queda ver qué mierda se hace con tanta libertad,
el ruido blanco de la tele,
veintidós grados,
5:20 de la madrugada,
un solo puto cigarrillo para el otro día
y la concha de tu madre.